Vivimos acelerados. Las pantallas, las responsabilidades, las preocupaciones… todo parece empujarnos a estar siempre ocupados. Sin embargo, a veces, lo que más necesitamos no está en hacer más, sino en hacer distinto.
Algo tan simple como salir a caminar con el móvil en el bolsillo puede convertirse en una práctica poderosa para tu salud mental.
¿La clave? No caminar por caminar. Sino hacerlo con atención, con presencia, y con una mirada abierta a lo que el entorno tiene para ofrecer. Y capturarlo.
Un hábito, tres beneficios
1. Movimiento físico suave
Caminar alivia tensiones, activa el cuerpo sin exigirlo, mejora la circulación y libera endorfinas. Es una forma de autocuidado accesible y efectiva.
2. Atención plena (mindfulness)
Al caminar con intención de observar, salís del piloto automático. Te conectás con los colores, los sonidos, los olores, los detalles que muchas veces pasás por alto.
3. Creatividad y expresión
Al capturar lo que ves con tu móvil, transformás esa observación en un acto creativo. No necesitás ser fotógrafo: solo mirar y dejar que la imagen te hable.
¿Cómo empezar este hábito?
- Elegí un momento del día (mañana o tarde funciona muy bien) para salir a caminar unos 15 a 30 minutos.
- Llevá el móvil contigo, pero ponelo en modo avión si podés: lo vas a usar solo como cámara.
- Observá sin buscar nada en particular: formas, luces, texturas, sombras, detalles pequeños.
- Capturá lo que te llame la atención, sin juzgar si es “bueno” o “malo”.
- Al volver, mirá tus fotos con curiosidad, como si fueran un diario visual de tu estado interior.
Este pequeño ritual te conecta con el presente y te da una pausa real en medio del ruido cotidiano.
La fotografía como herramienta de bienestar
No hace falta tener conocimientos técnicos. De hecho, este hábito puede ser un primer paso hacia algo más profundo: descubrir que la fotografía puede ayudarte a conocerte mejor, a regular tus emociones y a cultivar una mirada más amorosa hacia vos y tu entorno.
Es una forma de meditación activa. Una pausa creativa. Una manera de volver a vos.
¿Y si esto fuera solo el comienzo?
A veces, algo tan simple como mirar con atención y capturar una imagen puede abrir una puerta inesperada. Un camino de exploración personal, de expresión, o incluso de transformación.
Si sentís que esta práctica te resuena y querés llevarla un poco más allá, hay formas de hacerlo. El primer paso ya lo diste: pausar, observar y crear.
📱🚶♀️🌿
Caminar, observar, capturar: un acto simple que puede cambiar tu día. Y, con el tiempo, tu relación con vos mismo.